Las inversiones esquivan a Argentina, Bolivia y Venezuela

Los excesivos controles y la falta de seguridad jurídica hacen que las marcas internacionales que están llegando a la región eviten los países populistas como Argentina, Bolivia y Venezuela.

Veamos algunos ejemplos.

La marca portuguesa de zapatos Luis Onofre decidió apostar a América latina y, hace un par de semanas, anunció un plan de expansión en los principales países de la región. El programa incluye la apertura de tiendas propias en media decena de países, como Perú, México, Chile, Puerto Rico y Colombia, pero entre los cuales no figura la Argentina.

Lejos de ser una excepción, la política de la firma portuguesa de excluir al mercado argentino de sus planes de expansión en el último tiempo se volvió una constante y, en lo que va del año, más de una docena de marcas internacionales de indumentaria, calzado y gastronomía anunciaron la puesta en marcha de un plan de crecimiento en las principales ciudades de la región que no pasa por Buenos Aires , que a esta altura está en camino de convertirse en un destino tan poco atractivo para los inversores extranjeros como Caracas.

La exclusión de la Argentina en los planes impacta en todo tipo de marcas. Desde firmas de lujo como Prada, que esta semana confirmó que abrirá una tienda en un shopping de Santiago de Chile, o Dolce & Gabbana, que tras instalarse en Chile y Brasil ahora prepara su ingreso en Colombia y Perú, hasta propuestas más masivas, como la norteamericana GAP, que ya llegó a Montevideo y ahora anunció que su próximo destino en la región será Asunción, o la sueca H&M, que este año inauguró sus primeras tiendas sudamericanas en la Ciudad de México y la capital chilena.

La lista también incluye a las marcas norteamericanas American Eagle y Forever 21, que ya abrieron en México, y a la francesa Chevignon, que adelantó para los próximos meses su llegada a Ecuador, Colombia y Perú, mientras que hace unos días se conoció que la española Zara Home -cadena especializada en artículos de decoración y del hogar- ya inscribió la marca para abrir en Santiago de Chile, que de esta manera se sumaría a Río de Janeiro, San Pablo, Lima y Bogotá.

"Mientras siga esta política, nos tenemos que olvidar de que venga cualquier marca de afuera, porque generalmente trabajan con acuerdos con licenciatarios que están obligados a girar regalías al exterior y hoy no pueden hacerlo", se sinceró Martín Malara, director de Retco, una desarrolladora de shopping centers, que igualmente no descarta un cambio de tendencia. "Afuera están todos muy expectantes con un giro en la política argentina, y si se llega a producir creo que habría una avalancha de nuevas marcas en el país", agregó.

En otro shopping center tienen una visión más pesimista y no vislumbran un cambio positivo en el mediano plazo. "El problema no es que ya no vengan marcas del exterior, sino que las que habían llegado ahora se están yendo", aseguró el número uno de los principales centros comerciales del país.

A la hora de explicar la falta de interés de las marcas internacionales por el mercado argentino, en el sector destacan que no se trata de un problema de falta de demanda.

"Las marcas no quieren venir básicamente porque no saben si van a poder importar las colecciones que se trabajan con muchos meses de anticipación. Y, de hecho, hoy, el panorama se volvió a complicar, con todos los ingresos muy parados. Si bien la colección del próximo verano ya entró sin problemas, la situación es muy preocupante para el invierno próximo", explicó Marcelo Sorzana, director de la consultora Surreal.

El boom de nuevas marcas en la región también llegó a la gastronomía, y si bien en lo que va de 2013 se concretó la llegada de dos cadenas internacionales de comida rápida a la Argentina, como P. F. Chang's (comida china) y KFC (pollo frito), el panorama local está muy lejos de reflejar lo que sucede en mercados vecinos, donde también se vive un boom de desembarcos como los de Popeye y Chicken Factory (en Chile), y Sbarro (que abrirá tiendas en Perú y Colombia). "El problema del mercado local no pasa por una falta de interés. El público argentino busca cada vez más la novedad, y toda propuesta nueva tiene muy buena respuesta", señaló Damián Pozzoli, uno de los socios del fondo Degasa, que trajo al país a las cadenas KFC y Wendy's.

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